SE CELEBRO EL PRIMER ORGULLO GAY EN BUCAREST BAJO ALTA VIGILANCIA POLICIAL
Bucarest, 28 de Mayo de 2005
El primer Orgullo Gay jamás organizado en Rumania reunió, sin provocar incidentes, a más de 500 personas en el centro de Bucarest bajo la vigilancia de unos 200 miembros de las fuerzas del orden, particularmente nerviosos y visiblemente agresivos.
Bajo una gran pancarta en la que se leía "en la calle y orgullosos" los manifestantes, entre ellos drag-queens y transexuales, desfilaron en un ambiente de calma y tranquilidad a pesar de los gestos obscenos y de los insultos de pequeños grupos de contra-manifestantes situados en las aceras.
Unos cincuenta individuos, entre ellos skinheads que agitaban banderas de prohibición de la sodomía, proferían continuamente insultos que los manifestantes respondían diciendo: "os amamos".
Algunos de los contra-manifestantes fueron empujados sin miramientos por las fuerzas del orden. Los grupos de fieles ortodoxos corearon cantos litúrgicos bajo una bandera en la que ponía: "Estamos a favor de un mundo más sano, sin homosexuales".
La manifestación, que duró media hora, se tuvo que dispersar tras las primeras gotas de lluvia y sobre todo por las amenazas lanzadas por los altavoces de varios responsables de las fuerzas del orden.
El primer Orgullo Gay jamás organizado en Rumania reunió, sin provocar incidentes, a más de 500 personas en el centro de Bucarest bajo la vigilancia de unos 200 miembros de las fuerzas del orden, particularmente nerviosos y visiblemente agresivos.
Bajo una gran pancarta en la que se leía "en la calle y orgullosos" los manifestantes, entre ellos drag-queens y transexuales, desfilaron en un ambiente de calma y tranquilidad a pesar de los gestos obscenos y de los insultos de pequeños grupos de contra-manifestantes situados en las aceras.
Unos cincuenta individuos, entre ellos skinheads que agitaban banderas de prohibición de la sodomía, proferían continuamente insultos que los manifestantes respondían diciendo: "os amamos".
Algunos de los contra-manifestantes fueron empujados sin miramientos por las fuerzas del orden. Los grupos de fieles ortodoxos corearon cantos litúrgicos bajo una bandera en la que ponía: "Estamos a favor de un mundo más sano, sin homosexuales".
La manifestación, que duró media hora, se tuvo que dispersar tras las primeras gotas de lluvia y sobre todo por las amenazas lanzadas por los altavoces de varios responsables de las fuerzas del orden.
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