GALLARDON HIPOTECA LOS INGRESOS DEL AGUA 25 AÑOS PARA PAGAR LA M-30
El Consistorio presenta un plan para equilibrar la deuda en 2008 en el que se contempla cobrar el próximo año la cesión de las depuradoras hasta 2031
La difícil situación financiera en la que está metido el Ayuntamiento de Madrid ha provocado que el responsable de Hacienda, Juan Bravo, elabore un plan Económico Financiero, que será presentado ante el Ministerio de Economía, para demostrar que la capital tiene capacidad para equilibrar la balanza de ingresos y gastos.. En 2008, la ciudad enjugará la deuda actual y volverá a tener «manos libres» para realizar nuevas operaciones de crédito sin el correspondiente «tirón de orejas» de las autoridades estatales y europeas. El compromiso del Ejecutivo municipal es hacer esta operación sin subir los impuestos esta legislatura, aunque sí habrá alguna modificación en algunas tasas. Todo este ejercicio contable esconde alguna «sorpresa» con la que se hipotecará los recursos de la ciudad durante 25 años, exactamente los recursos del agua, más exactamente la concesión de gestión de las depuradoras.
Las depuradoras de la capital son las únicas de toda la región que no están en manos de El Canal de Isabel II. Madrid tiene ya cedida la gestión de estas infraestructuras a empresas privadas, en diversos contratos y a diversas sociedades. El Ayuntamiento lo que ha hecho es prorrogar todos los contratos que estaban en vigor, y que en su mayoría vencían durante 2004 y 2005, hasta el 31 de diciembre de este año. En ese momento se convocará un concurso público en el que se ofertará la totalidad de la gestión de las depuradoras de la ciudad, al estilo de lo que se ha hecho con la M-30. «Tenemos previsto recaudar en este concurso en torno a 650 millones de euros», explica Bravo.
El «agua», hipotecada hasta 2031. Esa cantidad no se pagar en cánones anuales, sino que el Ayuntamiento ingresará el total del desembolso en un año. En este punto radica parte del «milagro» financiero para enjugar la deuda. Un servicio que se prestará durante 25 años se cobrará en tres, con lo que las cuentas municipales recibirán un fuerte impulso condensado que permitirá pagar lo ya comprometido. ¿Esto no perjudica los intereses de la ciudad en su capacidad económica en los próximos años? «Esta es una operación normal de muchas administraciones. También vamos a pagar unas obras que no va a hacer falta volver a acometer en los próximos 30 años», contesta Bravo. Es decir, el Ayuntamiento justifica la operación porque la contraprestación que se va a pagar (las obras de la M-30) también supone una equipación equivalente en el tiempo al dinero comprometido, del que no podrá hacer uso ninguna de las próximas corporaciones hasta el año 2031.
La empresa que resulte ganadora del concurso recibirá de las arcas municipales 80 millones de euros anuales. Esto supone en 25 años un ingreso de 2.000 millones de uros. De ahí hay que descontar los gastos de personal y mantenimiento que tenga la sociedad que resulte ganadora, pero indudablemente es un buen negocio, ya que quedan 1.350 millones brutos de beneficio. «Cualquier arreglo o cambio que se pueda producir por la aparición de nuevas normas comunitarias correrán a cargo de la empresa que gestione las depuradoras», explica Bravo, que además incide en que el Consistorio no pagará ni un solo euro por el mantenimiento. «Las depuradoras al Ayuntamiento le van a costar cero euros», repite. Lo cual es verdad en términos contables directos, aunque hay que aclarar que cada año habr una partida presupuestaria de 80 millones como contrato genérico que saldrá de las arcas municipales.
También confirmó ayer el Consistorio una medida adelantada por este periódico. La recogida de basuras tendrá a partir del próximo año una tasa especial para los comercios que más residuos depositan en las calles de la capital. Una petición que trasladaron los responsables municipales de Izquierda Unida al concejal de Hacienda y que definitivamente el Gobierno de Gallardón pondr en marcha. Las grandes superficies, hospitales, tiendas.... que no tienen servicio de reciclaje propio pagarán un canon por el perjuicio que causan a la ciudad y el consiguiente gasto de mantenimiento que generan.
El Ayuntamiento contempla también, aunque no hay una decisión definitiva, modificar las tasas de saneamiento y vados.
Los impuestos no se suben. A pesar de que el Ayuntamiento ha contemplado la posibilidad de variar algunos impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI) o el de vehículos – ya hay algún estudio al respecto– el Ejecutivo de Gallardón mantiene su compromiso de no volver a subir los impuestos esta legislatura. La situación financiera de la ciudad hacía prever que se pudiera modificar alguno de los gravámenes municipales, pero el plan presentado ayer, si se cumple tal y como ha sido presentado, da la razón al alcalde, que ha repetido por activa y pasiva que no volverá a haber cambios en este aspecto.
Con este Plan Económico Financiero, Madrid cumplirá en 2008 con las obligaciones presupuestarias que marca la Ley de Estabilidad. Así se pasar de una balanza negativa de ingresos y gastos en 2005 de 477 millones a el total equilibrio en 2008. Las previsiones del Consistorio apuntan que en 2006 la deuda será de 365 millones y en 2007 de 295. Para hacer este cálculo los responsables de Hacienda han hecho un análisis de cada una de las partidas presupuestarias y han utilizado como fuente de previsión los datos que le ha ofrecido en julio el Ministerio de Economía. Se han tenido en cuenta todos las tasas e impuestos que repercuten en las arcas madrileñas, aunque tomar como baremo al Ministerio tiene el peligro de que suceda algo parecido a lo ocurrido con la Comunidad de Madrid, donde las estimaciones de ingresos hechas para la región han fallado en 236 millones.
Por último, Bravo explicó ayer que la deuda que arrastra el Consistorio viene de 1999, momento en el que se desarrollaron importantes proyectos urbanísticos en la ciudad «lo que implicó que se multiplicaran los gastos», dijo. El alcantarillado, alumbrado o jardines de todos los nuevos barrios hizo que la balanza de déficit no financiero fuera ya negativa en 2002. El Ayuntamiento esgrime también a su favor que de las grandes ciudades españolas es en cada impuesto una de las que tiene más bajos los tipos impositivos.
FUENTE: Javier Brandoli
La difícil situación financiera en la que está metido el Ayuntamiento de Madrid ha provocado que el responsable de Hacienda, Juan Bravo, elabore un plan Económico Financiero, que será presentado ante el Ministerio de Economía, para demostrar que la capital tiene capacidad para equilibrar la balanza de ingresos y gastos.. En 2008, la ciudad enjugará la deuda actual y volverá a tener «manos libres» para realizar nuevas operaciones de crédito sin el correspondiente «tirón de orejas» de las autoridades estatales y europeas. El compromiso del Ejecutivo municipal es hacer esta operación sin subir los impuestos esta legislatura, aunque sí habrá alguna modificación en algunas tasas. Todo este ejercicio contable esconde alguna «sorpresa» con la que se hipotecará los recursos de la ciudad durante 25 años, exactamente los recursos del agua, más exactamente la concesión de gestión de las depuradoras.
Las depuradoras de la capital son las únicas de toda la región que no están en manos de El Canal de Isabel II. Madrid tiene ya cedida la gestión de estas infraestructuras a empresas privadas, en diversos contratos y a diversas sociedades. El Ayuntamiento lo que ha hecho es prorrogar todos los contratos que estaban en vigor, y que en su mayoría vencían durante 2004 y 2005, hasta el 31 de diciembre de este año. En ese momento se convocará un concurso público en el que se ofertará la totalidad de la gestión de las depuradoras de la ciudad, al estilo de lo que se ha hecho con la M-30. «Tenemos previsto recaudar en este concurso en torno a 650 millones de euros», explica Bravo.
El «agua», hipotecada hasta 2031. Esa cantidad no se pagar en cánones anuales, sino que el Ayuntamiento ingresará el total del desembolso en un año. En este punto radica parte del «milagro» financiero para enjugar la deuda. Un servicio que se prestará durante 25 años se cobrará en tres, con lo que las cuentas municipales recibirán un fuerte impulso condensado que permitirá pagar lo ya comprometido. ¿Esto no perjudica los intereses de la ciudad en su capacidad económica en los próximos años? «Esta es una operación normal de muchas administraciones. También vamos a pagar unas obras que no va a hacer falta volver a acometer en los próximos 30 años», contesta Bravo. Es decir, el Ayuntamiento justifica la operación porque la contraprestación que se va a pagar (las obras de la M-30) también supone una equipación equivalente en el tiempo al dinero comprometido, del que no podrá hacer uso ninguna de las próximas corporaciones hasta el año 2031.
La empresa que resulte ganadora del concurso recibirá de las arcas municipales 80 millones de euros anuales. Esto supone en 25 años un ingreso de 2.000 millones de uros. De ahí hay que descontar los gastos de personal y mantenimiento que tenga la sociedad que resulte ganadora, pero indudablemente es un buen negocio, ya que quedan 1.350 millones brutos de beneficio. «Cualquier arreglo o cambio que se pueda producir por la aparición de nuevas normas comunitarias correrán a cargo de la empresa que gestione las depuradoras», explica Bravo, que además incide en que el Consistorio no pagará ni un solo euro por el mantenimiento. «Las depuradoras al Ayuntamiento le van a costar cero euros», repite. Lo cual es verdad en términos contables directos, aunque hay que aclarar que cada año habr una partida presupuestaria de 80 millones como contrato genérico que saldrá de las arcas municipales.
También confirmó ayer el Consistorio una medida adelantada por este periódico. La recogida de basuras tendrá a partir del próximo año una tasa especial para los comercios que más residuos depositan en las calles de la capital. Una petición que trasladaron los responsables municipales de Izquierda Unida al concejal de Hacienda y que definitivamente el Gobierno de Gallardón pondr en marcha. Las grandes superficies, hospitales, tiendas.... que no tienen servicio de reciclaje propio pagarán un canon por el perjuicio que causan a la ciudad y el consiguiente gasto de mantenimiento que generan.
El Ayuntamiento contempla también, aunque no hay una decisión definitiva, modificar las tasas de saneamiento y vados.
Los impuestos no se suben. A pesar de que el Ayuntamiento ha contemplado la posibilidad de variar algunos impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI) o el de vehículos – ya hay algún estudio al respecto– el Ejecutivo de Gallardón mantiene su compromiso de no volver a subir los impuestos esta legislatura. La situación financiera de la ciudad hacía prever que se pudiera modificar alguno de los gravámenes municipales, pero el plan presentado ayer, si se cumple tal y como ha sido presentado, da la razón al alcalde, que ha repetido por activa y pasiva que no volverá a haber cambios en este aspecto.
Con este Plan Económico Financiero, Madrid cumplirá en 2008 con las obligaciones presupuestarias que marca la Ley de Estabilidad. Así se pasar de una balanza negativa de ingresos y gastos en 2005 de 477 millones a el total equilibrio en 2008. Las previsiones del Consistorio apuntan que en 2006 la deuda será de 365 millones y en 2007 de 295. Para hacer este cálculo los responsables de Hacienda han hecho un análisis de cada una de las partidas presupuestarias y han utilizado como fuente de previsión los datos que le ha ofrecido en julio el Ministerio de Economía. Se han tenido en cuenta todos las tasas e impuestos que repercuten en las arcas madrileñas, aunque tomar como baremo al Ministerio tiene el peligro de que suceda algo parecido a lo ocurrido con la Comunidad de Madrid, donde las estimaciones de ingresos hechas para la región han fallado en 236 millones.
Por último, Bravo explicó ayer que la deuda que arrastra el Consistorio viene de 1999, momento en el que se desarrollaron importantes proyectos urbanísticos en la ciudad «lo que implicó que se multiplicaran los gastos», dijo. El alcantarillado, alumbrado o jardines de todos los nuevos barrios hizo que la balanza de déficit no financiero fuera ya negativa en 2002. El Ayuntamiento esgrime también a su favor que de las grandes ciudades españolas es en cada impuesto una de las que tiene más bajos los tipos impositivos.
FUENTE: Javier Brandoli
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