LA VERGUENZA NACIONAL

El debate en el Congreso acaba en un intento de agresión
MADRID. - El Congreso debatió ayer sobre el incendio de Guadalajara en una sesión que estuvo a punto de terminar en un enfrentamiento físico entre el diputado del PP Rafael Hernando y el portavoz socialista, Alfredo Pérez
Rubalcaba. Hernando fue apartado por sus propios jefes del PP, Acebes y Zaplana, para que la discusión a gritos no pudiera pasar a las manos.
El incendio de Guadalajara fue uno de los puntos debatidos ayer en la Diputación Permanente del Congreso, que discurrió en un ambiente de altísima tensión, y a cuyo término el diputado del PP Rafael Hernando fue
sujetado por otros compañeros de su grupo, cuando estaba a punto de abalanzarse sobre el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El portavoz socialista pasó junto a un grupo de diputados del PP a los que acusó de haber mentido durante el debate, mientras se llevaba la palma de la mano a la mejilla, como si lamara "caraduras" a dichos parlamentarios.
Uno de ellos, el citado Rafael Hernando, replicó a voz en grito que conocía a la familia de uno de los fallecidos en el incendio y que no aceptaba que le acusaran de mentir. Hernando había estado unas horas antes en el
entierro de dicho guarda forestal. Rubalcaba, a su vez, respondió a las voces de Hernando girándose hacia él con expresión de sorpresa e incredulidad. Luego, Hernando, aparentemente muy exaltado, se inclinó a su vez hacia el
portavoz socialista, colocando su cara a escasa distancia de la del dirigente del PSOE.
Fue entonces cuando aparecieron el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, que se interpuso entre los dos diputados citados, y el secretario general popular, Ángel Acebes, quien retuvo a Hernando agarrándole por el brazo,
mientras la vicepresidenta Carme Chacón (PSC) también trataba de tirar de él hacia atrás cogiéndole por el codo. El diputado popular siguió gritándole a Rubalcaba: "Eso me lo dices a la cara", en relación con la acusación de mentir.
Acebes le dio un tirón del brazo y logró apartarle un par de metros, momento en que Rubalcaba se mar-chó pasillo abajo. Hernando, con una profunda expresión de dolor en el rostro, gritaba fuera de sí: "Yo conozco a la familia, yo conocía a uno de los muertos".
El presidente del Congreso, Manuel Marín, contempló la escena consternado. Marín no pudo impedir, a lo largo de toda la tarde, los continuos incidentes durante la sesión. El clima fue subiendo a medida que los portavoces
del PP insistían en que el Gobierno tiene responsabilidad directa en la muerte de once personas en el citado incendio, tesis que los socialistas rechazaron.
Marín permitió que los turnos fueran más largos de lo reglamentado, pero la tensión explotó cuando quiso que el diputado José Antonio Echániz (PP) terminase por haber rebasado ampliamente su turno. Marín le dijo que ya
no tenía la palabra, pero el diputado siguió hablando, porque al revés de lo que ocurre en el pleno, en la sala de la Diputación Permanente no dispone de mecanismos técnicos que le permitan cerrar los micrófonos. El presidente del Congreso suspendió la sesión durante unos minutos, pero no logró su objetivo.
El diputado Pujalte (PP) preguntó qué había motivado la discusión en los pasillos. Al saber que Rubalcaba había llamado mentiroso al PP, Pujalte repuso: "Pero si eso nos lo llamamos todos los días".
FUENTE: LA VANGUARDIA