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LOS VERDES DE COLLADO VILLALBA "EQUO COLLADO VILLALBA"

AUNQUE LA VICEPRESIDENTA DEL GOBIERNO NO LO SEPA.....


La “gripe del pollo” mata y ya está en Europa
Los mensajes que veníamos escuchando del Gobierno, respecto a la “gripe aviar” o sea, la “gripe del pollo”, eran siempre “positivos”, nada alarmantes, y aderezados de buenas dosis de ocultamiento de la verdad.

Nos hemos cansado de oír decir a la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que en España no había peligro; que estuviésemos tranquilos, que aquí estaba todo controlado; que el consumidor podía seguir manteniendo sus hábitos alimentarios o alimenticios, qué más da…

Pero el tufo pestilente de la mentira, o la incompetencia, nos llegaba hasta las entrañas. Sin quererlo, nos vino a la memoria lo de aquel “bichito” del ministro de Sanidad, Jesús Sancho Rof, en la etapa de Adolfo Suárez, otro que “tal baila”.

En aquella época, antes de 1982, antes de que el PSOE ganara las elecciones por mayoría absoluta, empezaron a caer españoles como chinches, y otros -casi 30.000- a quedar como auténticos despojos humanos. Los que más suerte tuvieron, continúan padeciendo las graves secuelas de aquel maldito “bichito” que, según Sancho Rof, se “moría si se caía de la mano”.

Al final no quedó nada claro que hubiesen sido unos desaprensivos pseudoempresarios los que, con el sucio ánimo de ganar más pesetas de las que su capacidad mental, formación, y el normal desenvolvimiento del mercado les hubiera permitido, transformaban el aceite industrial de colza en comestible.

Sin embargo, otros, entre ellos el doctor Muro y su formidable equipo, demostraron que aquello era un simple experimento de guerra bacteriológica y que por un posible error o fallo en el transporte desde la base de Torrejón (España) a no se sabe dónde, el maligno “virus” incubado en laboratorio, se escapó y…

De las consecuencias sabemos algo, pero, lamentablemente, quienes más saben son los que la padecen.

Los políticos responsables de las competencias de control, quedaron sin culpa, pagaron algunos pardillos, que sin medios para contratar a influyentes abogados, y sin poder de decisión alguno, se pasaron meses o años en la “sombra”.

No podían faltar, comisiones y más comisiones de estudio -entonces no se había puesto de moda lo de Alto Comisionado-, equipos sofisticados, asociaciones altruistas de toda guisa y color, asignaciones presupuestarias multimillonarias…Muchos hicieron su “agosto”.

El dinero, aunque algo tarde, llegó a raudales, y no nos extraña que alguien, con influencias, hasta cobrase como damnificado, sin padecer ni un solo síntoma de los que propalaba el “bichito”.

Pero no ha sido el único caso. ¡Faltaría más! ¿Qué pasó con la intoxicación de pollos precocinados de las marcas Pimpollo y Sada en 2005? Pues nada, así de sencillo. Según el Gobierno “iban a caer cabezas”, pero lo curioso es que, posiblemente, ni se sancionase a la empresa. El Gobierno confía, dijeron, en las medidas de autorregulación empresarial. Y ya se sabe, si no hay control, te descontrolas.

Los inspectores de Sanidad de la Junta de Castilla la Mancha, sólo se habían limitado a revisiones de rutina, de “papeleo”; ya se sabe, mirar el envoltorio de los paquetes y poco cosa más, no sea que el empresario se moleste y llame por teléfono…

Parece ser, ya sabemos que la Justicia es lenta, que todo se debió a la maldita salmolenosis que anidaba placenteramente en la salsa que adereza y da nutriente y un sabor especial a esos pollos. Pero, mira por donde, al final la culpa fue de la maldita tubería por donde salía la salsa, que estar infectada.

Sanciones, culpables, corte de la producción, responsabilidades subsidiarias de las Administraciones… Nada de nada.

Se tomaron supuestas medidas cautelares, la empresa aireó a bombo y platillo que “asumía todas las responsabilidades ante los consumidores”. Lenguaje distorsionante para tratar de ocultar la verdad…

Tanto rollo, tanta propaganda con la ley antitabaco, que yo que nunca he fumado, hasta empiezo a tener tentaciones; tanta porquería con la que tratan de ocultarnos la verdad, es que nos tienen asqueados.

A estas alturas de esta película, me refiero a lo de la “gripe aviar”, todavía no sabemos si hay que vacunarse, aunque me da la impresión que algunos pudientes, esos que hasta tienen un monitor en su mansión para entrenarles en el método Pilates -ese que te mantiene casi todo el cuerpo, menos una parte, erecto como una vela-, hasta han podido ya vacunarse.

Pero, a lo que vamos. Ni sabemos cómo hay que tratar al pollo, ni que medidas tomar con los huevos, los de la gallina, claro; ni cuáles son los síntomas, ni dónde vacunarse…

Si esto no fuera tan serio, hasta se podría pensar que es una campaña “orquestada”, como se dice ahora, por alguna multinacional de “comida basura” para terminar con la terrible competencia española de los huevos fritos y la tortilla de patatas, pero no, el asunto es grave. Muy grave, a pesar de lo que diga María Teresa Fernández de la Vega.

¡Maldito H5N1…!
FUENTE:ESPACIOSEUROPEOS

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