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LOS VERDES DE COLLADO VILLALBA "EQUO COLLADO VILLALBA"

LA SONRISA DE ARIADNA (José María Mendiluce, Novela)

LA SONRISA DE ARIADNA (José María Mendiluce, Novela)

Mendiluce vuelve a Costa Rica con La sonrisa de Ariadna
La pobreza siempre ha estado presente en el mundo. Así como la pobreza, también las injusticias, la violencia, las guerras, el hambre. Pero para fortuna de este mundo, hay personas que se preocupan y luchan contra esto. El autor de este libro no es un escritor cualquiera que sentado frente a su ordenador va entrelazando ideas venidas sólo de su imaginación.

José María Mendiluce es una persona que ha vivido desde el prisma de la ayuda humanitaria, los desastres de la guerra, del genocidio, de las injusticias sociales más lacerantes. Con este bagaje de experiencias, Mendiluce intenta mostrarnos una ficción desbordada de realidades.

La Sonrisa de Ariadna podría ser para muchos la continuación de su célebre novela "Pura Vida", finalista del Premio Planeta de 1998. El nombre de un personaje, Ariadna, es el mismo en las dos novelas; el ambiente y el lugar, Costa Rica, vuelve a llenar de color esta última novela. Pero Mendiluce busca con la Sonrisa de Ariadna que el lector disfrute de una lectura cálida y amena y, sobretodo, que pueda adentrarse en una región rebosante de vida que se ve amenazada constantemente por la acción del hombre.

El desarrollo y el fondo de esta novela no es casual. Haber vivido casi nuevo años en Centroamérica desempeñando distintas operaciones humanitarias le han dado a este autor madrileño las herramientas necesarias para fraguar esta novela. Quien lea a Mendiluce podrá darse cuenta que él no duda en mostrar sus ideas políticas que a lo largo de su vida ha ido desarrollando. Como cooperante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, como enviado especial de la ONU a los Balcanes, como eurodiputado, como vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo y como candidato en el 2003 a la alcaldía de Madrid por los Verdes.
FUENTE:Lourdes Téllez.

ENTREVISTA

Mendiluce novela la lucha ecológica en el Caribe contra el dominio de las petroleras
Con ’La sonrisa de Ariadna’ vuelve al escenario de su relato ’Pura Vida’
A él le gusta decir que,más que una continuación o una segunda parte, es la historia de un reencuentro. José Maria Mendiluce (Madrid, 1951) ha retomado siete años después varios de los personajes que protagonizaron Pura vida, novela ambientada en Costa Rica con la que quedó finalista del Premio Planeta.

Ahora, quien fuera parlamentario europeo durante 10 años vuelve a recorrer aquellos escenarios paradisíacos expuestos a los rigores de la naturaleza y los intereses especulativos. La sonrisa de Ariadna (Planeta) narra el regreso a Puerto Viejo, a finales de los años ochenta, de Ariadna, la funcionaria de Naciones Unidas afincada en Barcelona que vivió en el anterior relato un amor apasionado con Jonás, un joven costarricense muerto en extrañas circunstancias sin que ella lo sepa.

Ariadna vuelve a Costa Rica en esta novela con el hijo de ambos para reencontrarse con el hombre por el que había decidido dejarlo todo en Barcelona, pero al llegar a Puerto Viejo, descubre que Jonás había ido a España para buscarla y que allí fue asesinado por un oscuro asunto de drogas. Entonces decide quedarse en el país caribeño porque su hijo «tiene derecho a crecer en la tierra de su padre».

Segunda oportunidad

El relato de Mendiluce se detiene en explicar ese reencuentro de la protagonista consigo misma y con las gentes que forman parte de aquel paraíso donde fuera tan feliz con Jonás y donde ahora tiene que seguir sola, trabajando en un hotel de la costa donde conoce y entabla relación con un singular grupo de sus habitantes, gentes comprometidas con su entorno y con la lucha por mantener la costa atlántica de Costa Rica alejada de la depredación de las grandes empresas hoteleras y de las petroleras que intentan explotar el fondo marino.

Sin embargo, Mendiluce insiste en precisar que «este no es un libro político porque confío en que la ecología dejará de ser una bandera política para ser un patrimonio común algún día. Lo que me llevó a situarla allí después de los años es que han ganado, después de una lucha de años con la petrolera y han logrado que el gobierno haya declarado esa zona libre de explotación petrolera».

Para quien fuera durante años representante del ACNUR en países como Angola, Nicaragua, Guatemala, Iraq, la ex Yugoslavia o la propia Costa Rica «defender esos pequeños paraísos que quedan por ahí vale la pena y Ariadna se merecía una segunda oportunidad, un segundo encuentro con ese mundo y sus habitantes», en especial la relación que entabla con Marvin, un cultivador de productos ecológicos, con quien estará dispuesta a reconstruir su vida.

Aunque la novela está inspirada en las experiencias que el propio Mendiluce vivió en el país caribeño, donde regresa con relativa frecuencia entiende que en sus relatos de ficción debe primar esa faceta frente a la mera visión realista o analítica. «Novelar me aporta muchísimo. La fabulación es un viaje para mí siempre ha sido un escape, he escrito 9 libros seis eran de no ficción y tres de ficción por eso cuando hago una novela no trato de meter política en la novela ni de meter novela en mi vida política cuando es pública», sostiene.

Mendiluce explica que tras su abandono de la política activa pública era un buen momento para retomar su trayectoria literaria, aunque no se considera un completo retirado del activismo militante. «Han sido 10 años en el parlamente europeo y he decidido que no hace falta cobrar un sueldo para hacer política».

Decir lo que piensa

El autor reconoce que ha sido duro por «mis condiciones personales y por cómo entiendo la política, que no siempre coincide con las organizaciones con las que he estado cercano: digo lo que pienso y trato de actuar en consecuencia y por eso trato de meter aunque sea en una novela que el amor a la vida no es una opción política debería ser un principio básico para todo», confiesa.

Sin embargo no cree que sea mal momento para las buenas causas, y un buen ejemplo para ilustrarlo es lo ocurrido en la propia Costa Rica. «La gran lección de allí es que han aprendido a convivir con lo que es natural, como las catástrofes, los terremotos o los huracanes, y a luchar contra lo que no lo es, como los intereses espúreos».

Desde su nueva atalaya literaria observa el mundo «cambiante y, por tanto, interesante. Aunque signa los mismos no son los mismos, no controlan las cosas de la misma manera.Soy muy relativista en esto, el mundo de hoy no es peor que el de hace 40 años ni el de hace dos siglos y el que lo piense así no sabe lo que dice. Son cosas como el cambio climático las que nos van a reventar en las narices por nuestra culpa».

 

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