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LOS VERDES DE COLLADO VILLALBA "EQUO COLLADO VILLALBA"

CONSTRUIR EDIFICIOS CON VIDA

         El sector de la construcción y la vivienda constituyen el origen más de 40% de las emisiones de CO2.   Hay un amplio margen  de entre el 30% y 50%  para recortar el consumo energético en este sector si modificamos profundamente a todo el ciclo de vida de la construcción,  desde la extracción de los materiales hasta la generación de residuos y escombros pasando por la climatización, con el objetivo de reducir radicalmente la huella de nuestros edificios sobre el planeta. Aquí hago algunas  propuestas políticas iniciales al respeto.

  La reutilización de escombros y materiales de construcción significa menos energía y menos vertederos.  Nos urge aumentar las tasas para el vertido de inertes a los vertederos. Otros países europeos  reutilizan entre 10 y 20 veces más materiales de construcción que España.  También debemos obligar la presencia de una maquina trituradora de materiales en cada obra de envergadura para la reutilización de residuos en obras nuevas o rehabilitaciones. Es posible alcanzar más del 25% en el reciclado de materiales de construcción y escombros en 5 años mediante el aumento progresivo de las tasas de vertidos de materiales inertes, y así ahorrar grandes cantidades de energía.  Asimismo, hace falta legislar la necesidad de una auditoria y separación de materiales en toda obra para evitar la mezcla de tóxicos en los escombros inertes y fomentar la reutilización de materiales.

 

 

Límites para despilfarro energético domestico. Para el sector de la construcción son urgentes unas estrictas normas de consumo energético (50kw./m2 máximo) antes del 2012, y aplicables en todos los edificios públicos y de nueva construcción para fomentar la eficiencia y el ahorro. Estas normas deben ser moduladas según el número de moradores de la vivienda y las rentas de la misma.

 

 

 

 Descentralización energética: Cada proyecto o plan parcial de construcción de más de 200 viviendas o oficinas debe contar con un plan de producción energética mediante la cogeneración, la energía fotovoltaica o la producción geotermal para producir al menos el 50% de la energía eléctrica consumida en las viviendas. El decreto de fomento de renovables debe ser modificado para dar más preferencia a la integración arquitectónica de la energía solar y la autosuficiencia de edificios para evitar la situación actual que da una  gran preferencia para los huertos solares.

 

 

 

Hay que eliminar las numerosas exenciones a la aplicación del ya en si tímido Código Técnico de la Edificación que afecta a municipios pequeños, a nucleos históricos y a cualquier edificio colocado fuera del código por la opinión del arquitecto facultativo. Se debe modificar el Código para fortalecer su aplicación efectiva en casi todos los edificios.

 

 

 

     Auditorias energéticas. Hay que legislar a favor de auditorias energéticas en los materiales de construcción con medidas fiscales de fomento para los biomateriales de baja energía acumulada. También necesitamos auditorías obligatorias y públicas sobre emisiones de CO2 en todos los edificios nuevos, centro comerciales, y sobre cada nueva urbanización. Las auditorias energéticas obligatorias en los materiales de construcción deben ser complementadas por la instauración de medidas fiscales de fomento para los biomateriales de baja energía acumulada. Debe existir un libro oficial estatal de buenas prácticas constructivas que incluye listas de materiales de bioconstrucción. 

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