MÁS FÁCIL, IMPOSIBLE, AHORRA AGUA SIN ESFUERZO
El agua es un bien escaso y necesario. ¿Imaginas vivir sin ella? Si te parece una pesadilla, piensa que puede hacerse realidad. España vive el año mas seco desde 1947 y, aunque llueva, tiene que caer mucha, mucha agua del cielo para que los pantanos se vuelvan a llenar.
Reacciona ante la evidencia: vivimos tiempos de sequía y toca apretarse el cinturón, lo que significa que hay que cerrar el grifo. Toma nota y corre la voz: el agua es un tesoro y no podemos derrochar ni una sola gota.
Consejos básicos
Por un grifo abierto corren hasta 12 litros de agua por minuto. Ciérralo mientras te enjabonas, te afeitas o te lavas los dientes (no olvides usar un vaso para enjuagarte). Dúchate en vez de bañarte. Incluso puedes 'recuperar' con un cubo el agua de la ducha hasta que llega caliente. Con griferías monomando y termostáticas ahorrarás aún más.
Una lavadora puede gastar hasta 90 litros cada vez que la utilizas (según marcas y modelos). Un lavavajillas, alrededor de 30. Así que úsalos inteligentemente: ponlos siempre a carga completa (los programas de media carga gastan más de la mitad). Si te duchas a diario y vas siempre hecho un 'pincel', ¿has pensado que puedes ponerte mañana alguna de las prendas de hoy?
Utiliza cuencos o barreños para lavar la fruta, la verdura, los platos, los cacharros… Si tienes un fregadero de dos cubetas, usa una para enjabonar y otra para aclarar. Para beber agua fría, no dejes correr el grifo (ya sabes: 'suelta' 12 litros de agua por minuto): acostúmbrate a poner una jarra o una botella de agua en la nevera.
Si la cisterna de tu cuarto de baño no es de doble descarga, que no te entre sentimiento de culpabilidad. Puedes meter dentro una o varias botellas de plástico llenas: cada vez que tires de la cadena gastarás varios litros menos. Para evitar la mala costumbre de utilizar el inodoro como cubo de basura, pon una papelera en el cuarto de baño.
Coloca atomizadores en los grifos: son unas pequeñas piezas que ‘mezclan’ el agua con aire y crean la sensación de mayor chorro con menor cantidad de líquido. Los encontrarás en cualquier ferretería o tienda de bricolaje. Son artículos muy baratos y no hace falta ser ingeniero para su instalación: basta con desenroscar la boca del grifo, introducirlos y volver a enroscar.
Riega tus macetas siempre al anochecer o al amanecer, cuando la temperatura es más baja, y evitarás pérdidas de agua por evaporación. Puedes utilizar para tus plantas el agua que ha sobrado de las jarras de las comidas, de lavar las verduras... o incluso el agua del cuenco del perro o del gato cada vez que se la vas a cambiar.
En el jardín, utiliza sistemas automáticos de riego por aspersión (de goteo para árboles y arbustos). Conciénciate: en época de sequía, usar la manguera es un ‘delito’. En algunas comunidades ya está prohibido regar parques y jardines públicos y privados si no es con agua reciclada. No lo tomes a broma: las multas por el mal uso del agua pueden llegar a 46.000 euros.
Cierra levemente la llave de paso de agua a tu vivienda. Al disminuir el caudal, conseguirás que salgan menos litros del grifo por minuto. Un gesto tan pequeño se convierte en una medida muy útil para economizar tan preciado líquido. Tú apenas notarás la diferencia cada vez que abras los grifos; pero tu bolsillo sí que lo apreciará.
Milita por la causa. El mal uso del agua es un problema que afecta a todos. Si ves a tus amigos, familiares o vecinos derrochar agua sin ton ni son, ¡no lo consientas! Si has leído hasta aquí, tú mismo podrás contarle a cualquiera un montón de trucos para ahorrar mucha agua con muy poco esfuerzo.
0 comentarios