EL CAMBIO CLIMÁTICO GOLPEA A LA TIERRA
El peor enemigo del hombre
MADRID.- El lunes 29 de agosto, el huracán Katrina arrasó los estados del sureste de Estados Unidos, dejando a su paso una estela de muerte y destrucción. Pero no ha sido la única catástrofe meteorológica de los últimos meses. Pavorosas sequías en África -con sus correspondientes hambrunas-, inundaciones en Centroeuropa y Asia, huracanes en el Caribe, tifones en Asia... Cada vez son más los científicos que ven la mano del hombre detrás de todas estas catástrofes. El cambio climático causado por el calentamiento global del planeta puede tener buena parte de la culpa.
Katrina ha sido la pesadilla que desde hace años temían multitud de meteorólogos: un huracán de la más alta categoría que tocara tierra en una zona altamente poblada y con edificios construidos por debajo del nivel del mar. La revista National Geographic ya anunciaba hace más de un año que se podría producir una situación así en Nueva Orleans -frecuentemente azotada por huracanes-, pero nadie ha podido hacer nada por evitarlo. Y es que los propios científicos aseguran que incluso si la humanidad reaccionara enérgicamente ahora, el daño ya estaría hecho.
Durante décadas, la actividad industrial de los países más desarrollados ha supuesto una constante emisión de gases a la atmósfera que provocan el calentamiento global del planeta, también conocido como ’efecto invernadero’, sin que se haya hecho prácticamente nada por frenar su impacto. Sólo la entrada en vigor del protocolo de Kioto, que obliga a los países a reducir la emisión de estos gases contaminantes, puede mejorar algo la situación, aunque casi todos los expertos sostienen que mientras EEUU -que emite el 25% de los gases contaminantes del planeta- no lo ratifique, poco hay que hacer.
Mientras tanto, España y buena parte de Europa llevan dos años sufriendo los veranos más calurosos que se recuerdan, y las olas de frío polar son cada vez más frecuentes en los países mediterráneos; la cima del Kilimanjaro y los glaciares de Pirineos, Alpes y el Himalaya se derriten; gigantescos fragmentos de hielo se desprenden de los polos; las aves cada vez migran menos que antes; aumenta el nivel del mar; suben las temperaturas medias de los océanos... y según los científicos, esto no ha hecho más que empezar.
Científicos y ecologistas vienen alertando desde hace años de algunas de las consecuencias que podrá tener el cambio climático: más tormentas y fenómenos meteorológicos extremos, un aumento del nivel del mar de hasta 0,88 m en 2100, un aumento de 1,4 °C en la temperatura media de la Tierra, desaparición de los hielos en los polos... a lo que seguirán millones de personas sin acceso a agua potable, hambrunas, inundaciones, etc.
A todo ello se suman los costes que tendrán las sucesivas catástrofes. Sólo el Katrina ha sido el huracán que mayores pérdidas ha supuesto para EEUU. Pero los costes derivados de estos problemas aumentan año a año. Según un estudio realizado por la Unión Europea, entre 1975 y 1984 se produjo a nivel mundial tan sólo una catástrofe natural de grandes dimensiones, con daños estimados en mil millones de dólares. Fue el huracán Alicia, que golpeó las costas del Golfo de México y de Estados Unidos en 1983. Durante la posterior década se produjeron 13 catástrofes y en la última, desde 1995, el número de incendios, tormentas e inundaciones ascendió a 35. Los expertos creen que sus costes podrán suponer los 200 billones de dólares estadounidenses hasta el 2050.
FUENTE:EL MUNDO
MADRID.- El lunes 29 de agosto, el huracán Katrina arrasó los estados del sureste de Estados Unidos, dejando a su paso una estela de muerte y destrucción. Pero no ha sido la única catástrofe meteorológica de los últimos meses. Pavorosas sequías en África -con sus correspondientes hambrunas-, inundaciones en Centroeuropa y Asia, huracanes en el Caribe, tifones en Asia... Cada vez son más los científicos que ven la mano del hombre detrás de todas estas catástrofes. El cambio climático causado por el calentamiento global del planeta puede tener buena parte de la culpa.
Katrina ha sido la pesadilla que desde hace años temían multitud de meteorólogos: un huracán de la más alta categoría que tocara tierra en una zona altamente poblada y con edificios construidos por debajo del nivel del mar. La revista National Geographic ya anunciaba hace más de un año que se podría producir una situación así en Nueva Orleans -frecuentemente azotada por huracanes-, pero nadie ha podido hacer nada por evitarlo. Y es que los propios científicos aseguran que incluso si la humanidad reaccionara enérgicamente ahora, el daño ya estaría hecho.
Durante décadas, la actividad industrial de los países más desarrollados ha supuesto una constante emisión de gases a la atmósfera que provocan el calentamiento global del planeta, también conocido como ’efecto invernadero’, sin que se haya hecho prácticamente nada por frenar su impacto. Sólo la entrada en vigor del protocolo de Kioto, que obliga a los países a reducir la emisión de estos gases contaminantes, puede mejorar algo la situación, aunque casi todos los expertos sostienen que mientras EEUU -que emite el 25% de los gases contaminantes del planeta- no lo ratifique, poco hay que hacer.
Mientras tanto, España y buena parte de Europa llevan dos años sufriendo los veranos más calurosos que se recuerdan, y las olas de frío polar son cada vez más frecuentes en los países mediterráneos; la cima del Kilimanjaro y los glaciares de Pirineos, Alpes y el Himalaya se derriten; gigantescos fragmentos de hielo se desprenden de los polos; las aves cada vez migran menos que antes; aumenta el nivel del mar; suben las temperaturas medias de los océanos... y según los científicos, esto no ha hecho más que empezar.
Científicos y ecologistas vienen alertando desde hace años de algunas de las consecuencias que podrá tener el cambio climático: más tormentas y fenómenos meteorológicos extremos, un aumento del nivel del mar de hasta 0,88 m en 2100, un aumento de 1,4 °C en la temperatura media de la Tierra, desaparición de los hielos en los polos... a lo que seguirán millones de personas sin acceso a agua potable, hambrunas, inundaciones, etc.
A todo ello se suman los costes que tendrán las sucesivas catástrofes. Sólo el Katrina ha sido el huracán que mayores pérdidas ha supuesto para EEUU. Pero los costes derivados de estos problemas aumentan año a año. Según un estudio realizado por la Unión Europea, entre 1975 y 1984 se produjo a nivel mundial tan sólo una catástrofe natural de grandes dimensiones, con daños estimados en mil millones de dólares. Fue el huracán Alicia, que golpeó las costas del Golfo de México y de Estados Unidos en 1983. Durante la posterior década se produjeron 13 catástrofes y en la última, desde 1995, el número de incendios, tormentas e inundaciones ascendió a 35. Los expertos creen que sus costes podrán suponer los 200 billones de dólares estadounidenses hasta el 2050.
FUENTE:EL MUNDO
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