LOS VERDES APUESTAN POR FISCHER , PERO SE PREPARAN PARA LA OPOSICION

Joschka Fischer, ministro de Exteriores alemán, será el principal reclamo de Los Verdes alemanes en la campaña para las elecciones legislativas, previstas para septiembre. Fischer intervino en el congreso de Alianza ’ 90/Los Verdes (éste es el nombre completo de la formación) en Berlín, que empezó el sábado con un minuto de silencio por los atentados en Londres y terminó ayer, con un llamamiento a "transformar en posible lo que parece imposible".

Es decir, a demostrar que todos los sondeos se equivocan, que Alemania no está predestinada a tener en otoño un gobierno de centroderecha dirigido por Angela Merkel. Y que su partido, socio menor de los socialdemócratas en el Gobierno alemán, puede aún evitar volver a la oposición. Los siete años de gobierno han transformado a este partido nacido hace 25 años de los movimientos contestatarios de la década de los setenta. El poder, y los compromisos a los que obliga ser el socio menor de la coalición, desgasta. "Con este canciller -el socialdemócrata Gerhard Schrder- ha habido un déficit democrático. Muchas cosas se decidían entre el canciller y Joschka Fischer, sin consultar a la base", se quejaba Ingrid Tews, delegada del land de Renania del Norte-Westfalia. Ruth Cremer-Ricken, de Baden-Württemberg, discrepaba. "El balance es muy bueno", decía, antes de mencionar el no a la guerra de Iraq y el abandono progresivo de la energía atómica como algunos de los éxitos. "Para un partido con un 8% de votos, no está mal". La base verde mantiene una relación ambivalente con Fischer. Muchos le tienen manía, por su actitud a veces arrogante y por dedicarse más a la gran diplomacia que a los ideales ecopacifistas. Con el escándalo causado por la política de visados en el este de Europa perdió el aura de intocable. Pero al mismo tiempo, fascina. No hay en la política alemana un orador tan incisivo como él. En campaña se crece. Por eso Los Verdes lo apuestan todo al ministro de Exteriores que les convenció de ir a la guerra en Kosovo. Ahora bien, la victoria no depende de ellos. Para gobernar necesitan a los socialdemócratas, desgastados por los recortes del Estado de bienestar. Los ecopacifistas no ocultan que tienen pocas posibilidades de entrar en un gobierno y que deben prepararse para la oposición. La novedad, este fin de semana, ha sido la adopción de un programa centrado, por primera vez en este partido tradicionalmente dedicado a la ecología y al pacifismo, en la economía. Casi cinco millones de parados obligan. Con un marcado acento social, Los Verdes proponen elevar los impuestos para los más ricos y aumentar el subsidio el subsidio de paro en el este de Alemania. El objetivo: perfilarse como un partido de izquierda capaz de aunar economía y ecología, frente el supuesto neoliberalismo de la democristiana Merkel, el populismo de la nueva alianza de izquierdas del ex socialdemócrata Lafontaine y el declive socialdemócrata.
FUENTE:  PARÍS, 10 Jul.EUROPA PRESS