NAVARRA:LA MORTANDAD INDUCIDA POR LOS PARQUES EÓLICOS ES MINIMA
Navarra: la mortandad inducida por los parques eólicos es mínima
El Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda ha dado a conocer los datos del estudio que realizó en 2000 y 2001, que demuestra que los aerogeneradores instalados en la Comunidad foral provocan anualmente un 0,22% de mortandad entre las aves que vuelan en las zonas de implantación.
15 de enero de 2005
El estudio realizado por el Gobierno foral demuestra que el 70% de los molinos analizados no supone ningún riesgo para la avifauna. La mortandad que sí puede provocar accidentalmente el 30% restante de aerogeneradores supone un máximo del 0,22% de las aves del entorno.
En el año 2000 en los parques navarros se observaron un total de 95.234 aves, de las que colisionaron 141; y en el año 2001 fueron 49.500 las aves observadas y 107 las que sufrieron un percance. Con estos datos, puede afirmarse que la mortalidad detectada no ha superado nunca el 0,22 %.
La especie protegida más afectada por las turbinas son los buitres leonados, pero, añade el gobierno regional, estos accidentes no tienen incidencia en una especie que en Navarra ronda las 6.000 parejas y una población flotante de 10.000 individuos inmaduros.
También indica que aunque no se han realizado estudios comparativos, la experiencia de los técnicos avala la afirmación de que la mortalidad inducida por los parques eólicos es, en todo caso, bastante inferior a otras infraestructuras como carreteras, vías férreas, etc.
En Navarra existen 30 parques eólicos, que dan cabida a 1024 aerogeneradores, con una producción anual de 882 megavatios de potencia, lo que equivale al 50% del consumo eléctrico anual de la Comunidad Foral. El 22 de diciembre de 1994 se puso en marcha el primer aerogenerador y desde entonces, merced a su uso, se ha evitado lanzar a la atmósfera emisiones de CO2 similares a las emitidas por 14.000 vehículos al año.
La industria de la energía eólica proporciona unos 3.600 puestos de trabajo y posee una proyección internacional como referencia al uso de energías renovables, imprescindibles por otra parte, para cumplir con los objetivos del Plan Energético de Navarra, informa el gobierno regional.
Normativa protectora para la avifauna
Ante las noticias alarmistas recientemente aparecidas en los medios de comunicación al respecto (propiciadas por denuncias del grupo conservacionaista Gurelur), el gobierno recuerda también las medidas preventivas de obligado cumplimiento que las instalaciones eólicas han de disponer para disminuir sus afecciones ambientales y salvaguardar las aves de su entorno.
La instalación de aerogeneradores está regulada, además, por diversas normativas, estudios de afecciones ambientales y programas de vigilancia ambiental, que cada año deben presentar los promotores de los parques eólicos para conocer los daños reales al medio ambiente que se deriven de su funcionamiento.
Para evitar el efecto acumulativo derivado de la existencia del cada vez mayor número de aerogeneradores, el Gobierno de Navarra llegó a suspender la aprobación de nuevos parques eólicos mediante el Decreto Foral 685/1996, de 24 de diciembre, que sigue vigente salvo para los parques que tienen valor experimental.
Más información
http://www.navarra.es
El Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda ha dado a conocer los datos del estudio que realizó en 2000 y 2001, que demuestra que los aerogeneradores instalados en la Comunidad foral provocan anualmente un 0,22% de mortandad entre las aves que vuelan en las zonas de implantación.
15 de enero de 2005
El estudio realizado por el Gobierno foral demuestra que el 70% de los molinos analizados no supone ningún riesgo para la avifauna. La mortandad que sí puede provocar accidentalmente el 30% restante de aerogeneradores supone un máximo del 0,22% de las aves del entorno.
En el año 2000 en los parques navarros se observaron un total de 95.234 aves, de las que colisionaron 141; y en el año 2001 fueron 49.500 las aves observadas y 107 las que sufrieron un percance. Con estos datos, puede afirmarse que la mortalidad detectada no ha superado nunca el 0,22 %.
La especie protegida más afectada por las turbinas son los buitres leonados, pero, añade el gobierno regional, estos accidentes no tienen incidencia en una especie que en Navarra ronda las 6.000 parejas y una población flotante de 10.000 individuos inmaduros.
También indica que aunque no se han realizado estudios comparativos, la experiencia de los técnicos avala la afirmación de que la mortalidad inducida por los parques eólicos es, en todo caso, bastante inferior a otras infraestructuras como carreteras, vías férreas, etc.
En Navarra existen 30 parques eólicos, que dan cabida a 1024 aerogeneradores, con una producción anual de 882 megavatios de potencia, lo que equivale al 50% del consumo eléctrico anual de la Comunidad Foral. El 22 de diciembre de 1994 se puso en marcha el primer aerogenerador y desde entonces, merced a su uso, se ha evitado lanzar a la atmósfera emisiones de CO2 similares a las emitidas por 14.000 vehículos al año.
La industria de la energía eólica proporciona unos 3.600 puestos de trabajo y posee una proyección internacional como referencia al uso de energías renovables, imprescindibles por otra parte, para cumplir con los objetivos del Plan Energético de Navarra, informa el gobierno regional.
Normativa protectora para la avifauna
Ante las noticias alarmistas recientemente aparecidas en los medios de comunicación al respecto (propiciadas por denuncias del grupo conservacionaista Gurelur), el gobierno recuerda también las medidas preventivas de obligado cumplimiento que las instalaciones eólicas han de disponer para disminuir sus afecciones ambientales y salvaguardar las aves de su entorno.
La instalación de aerogeneradores está regulada, además, por diversas normativas, estudios de afecciones ambientales y programas de vigilancia ambiental, que cada año deben presentar los promotores de los parques eólicos para conocer los daños reales al medio ambiente que se deriven de su funcionamiento.
Para evitar el efecto acumulativo derivado de la existencia del cada vez mayor número de aerogeneradores, el Gobierno de Navarra llegó a suspender la aprobación de nuevos parques eólicos mediante el Decreto Foral 685/1996, de 24 de diciembre, que sigue vigente salvo para los parques que tienen valor experimental.
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http://www.navarra.es
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