GRAN POLEMICA POR LA CAZA DE OSOS EN RUMANIA....
La empresa Abies, organizadora de la cacería, ha asegurado que Don Juan Carlos llegó a Rumanía acompañado de cuatro norteamericanos "que pagaron todo el viaje", pero no ha dado sus nombres.
18 de octubre. La última cacería del Rey de España trae de cabeza al personal de La Zarzuela. La afición cinegética de Don Juan Carlos ha ocupado espacio esta pasada semana en medios de comunicación de media Europa. Las organizaciones ecologistas han puesto otra vez el grito en el cielo. La caza de nueve osos y un lobo –especies protegidas– en la región de Covasna, a los pies de los Cárpatos, el fin de semana del 8 al 10 de octubre, ha levantado un debate nacional en Rumanía, que condena la actitud del monarca español.
Ayer mismo el suplemento Crónica del diario El Mundo se hacía eco de informaciones al respecto publicadas el pasado 12 de octubre por el periódico Romanía Libera.
El Rey de España, según estas informaciones, llegó al aeropuerto de Otopeni en Bucarest el viernes a última hora de la tarde. Escoltado por diez coches de la policía rumana y otros vehículos de acompañamiento protocolario se desplazó en un Audi A-8 a la finca donde se iba a celebrar la batida de caza. Allí el Rey cambió el Audi por un 4 x 4. Además del Rey, otras catorce personas formaron la partida. Don Juan Carlos y sus acompañantes fueron alojados en Erdofule, una de las 39 "cabañas" que el dictador rumano Ceaucescu poseía en la región.
El periodista rumano Nicolae Daramus, en El Cotidianul, el 12 de octubre publicó también una airada protesta contra la presencia del Rey en su país, armado: "Los inmigrantes rumanos que van a recolectar la fresas al país de Don Juan Carlos son tratados como homínidos, no como humanos. Ahora le llegó el turno a los animales salvajes. Su Majestad de Borbón mató nueve osos, entre ellos una osa gestante. Otros dos animales quedaron malheridos de bala azul".
El periódico Rumanía Libre, bajo el titular "Especies protegidas abatidas por el Rey de España en Covasna", dice: "Cincuenta bateadores pusieron bajo las narices del Rey a 30 animales, de los cuales la corte real abatió a nueve osos jóvenes de pequeña puntuación, a una osa gestante y a un lobo".
La empresa Abies, organizadora de la cacería, ha asegurado que el Rey de España llegó a Rumanía acompañado de cuatro norteamericanos "que pagaron todo el viaje". Caro viaje, por cierto, ya que la caza del oso con trofeo –por tres días y tres noches– puede costar entre 7.000 y 8.500 euros, además del alojamiento, claro. En La Zarzuela se escudan en un "no hacemos comentario alguno sobre las actividades privadas de Don Juan Carlos" para no dar los nombres de los cuatro generosos norteamericanos que invitaron al Rey español a tan polémica cacería en la región de los hombres-lobo.
18 de octubre. La última cacería del Rey de España trae de cabeza al personal de La Zarzuela. La afición cinegética de Don Juan Carlos ha ocupado espacio esta pasada semana en medios de comunicación de media Europa. Las organizaciones ecologistas han puesto otra vez el grito en el cielo. La caza de nueve osos y un lobo –especies protegidas– en la región de Covasna, a los pies de los Cárpatos, el fin de semana del 8 al 10 de octubre, ha levantado un debate nacional en Rumanía, que condena la actitud del monarca español.
Ayer mismo el suplemento Crónica del diario El Mundo se hacía eco de informaciones al respecto publicadas el pasado 12 de octubre por el periódico Romanía Libera.
El Rey de España, según estas informaciones, llegó al aeropuerto de Otopeni en Bucarest el viernes a última hora de la tarde. Escoltado por diez coches de la policía rumana y otros vehículos de acompañamiento protocolario se desplazó en un Audi A-8 a la finca donde se iba a celebrar la batida de caza. Allí el Rey cambió el Audi por un 4 x 4. Además del Rey, otras catorce personas formaron la partida. Don Juan Carlos y sus acompañantes fueron alojados en Erdofule, una de las 39 "cabañas" que el dictador rumano Ceaucescu poseía en la región.
El periodista rumano Nicolae Daramus, en El Cotidianul, el 12 de octubre publicó también una airada protesta contra la presencia del Rey en su país, armado: "Los inmigrantes rumanos que van a recolectar la fresas al país de Don Juan Carlos son tratados como homínidos, no como humanos. Ahora le llegó el turno a los animales salvajes. Su Majestad de Borbón mató nueve osos, entre ellos una osa gestante. Otros dos animales quedaron malheridos de bala azul".
El periódico Rumanía Libre, bajo el titular "Especies protegidas abatidas por el Rey de España en Covasna", dice: "Cincuenta bateadores pusieron bajo las narices del Rey a 30 animales, de los cuales la corte real abatió a nueve osos jóvenes de pequeña puntuación, a una osa gestante y a un lobo".
La empresa Abies, organizadora de la cacería, ha asegurado que el Rey de España llegó a Rumanía acompañado de cuatro norteamericanos "que pagaron todo el viaje". Caro viaje, por cierto, ya que la caza del oso con trofeo –por tres días y tres noches– puede costar entre 7.000 y 8.500 euros, además del alojamiento, claro. En La Zarzuela se escudan en un "no hacemos comentario alguno sobre las actividades privadas de Don Juan Carlos" para no dar los nombres de los cuatro generosos norteamericanos que invitaron al Rey español a tan polémica cacería en la región de los hombres-lobo.
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