LA RADIACIÓN DE CHERNÓBIL...
Entre 30.000 y 60.000 personas podrían morir por la radiación de Chernóbil, según Los Verdes
El 40 por ciento del territorio europeo está contaminado y muchos países mantienen restricciones al consumo de animales y vegetales afectados
Entre 30.000 y 60.000 personas podrían morir de cáncer como consecuencia de la radiación provocada por el accidente nuclear de Chernóbil, cuyo 20 aniversario se cumple el próximo 26 de abril, según un informe científico realizado por encargo del grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo. El estudio señala que el 40% del territorio europeo está contaminado y recuerda que muchos países mantienen restricciones al consumo de especies animales y vegetales afectados.
Estas estimaciones, elaboradas por los científicos británicos Ian Fairlie y David Sumner sobre la base de datos oficiales, constituyen una respuesta al informe difundido el pasado septiembre por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que rebajaba a 4.000 el número de posibles muertes. Fairlie aseguró que los informes oficiales "han subestimado las cifras de víctimas" de manera "inaceptable y no científica". Otro estudio de la organización ecologista Greenpeace difundido ayer hablaba de unas 93.000 muertes más en el futuro.
Fairlie destacó que la catástrofe no afectó sólo a Bielorrusia, Ucrania y Rusia, sino que la mitad de los residuos se depositaron en otros países de Europa occidental. "Cerca de 3,8 millones de kilómetros cuadrados de Europa resultaron contaminados por cesio 137 (por encima de 4.000 becquereles -bq unidad de medida de la radioactividad- por metro cuadrado), lo que representa en 40% de su superficie", señala el informe, que muestra además que el 2,3% del territorio europeo quedo gravemente afectado (40.000 bq por metro cuadrado).
Bielorrusia y Austria fueron los países más afectados por niveles elevados de contaminación. No obstante, más del 5% del territorio de Ucrania, Finlandia y Suecia también sufrió fuertes concentraciones de radiación. El 44% del territorio de Alemania resultó afectado, mientras que esta cifra se sitúa en el 34% en el caso de Reino Unido.
En muchos países todavía hay restricciones a la producción, transporte y consumo de alimentos todavía contaminados por la catástrofe de Chernóbil. El estudio cita los casos de Reino Unido (374 granjas con 200.000 ovejas), Suecia o Finlandia. En algunas regiones de Alemania, Austria, Italia, Suecia, Finlandia, Lituania o Polonia, las aves silvestres, las setas y los peces carnívoros alcanzan un alto grado de radioactividad.
EFECTOS SOBRE LA SALUD
Por lo que se refiere a los efectos sobre la salud, el estudio constata que hasta 2005 se habían producido alrededor de 4.000 casos de cáncer de tiroides en Bielorrusia, Ucrania y Rusia entre las personas que tenían menos de 18 años en el momento del accidente. Cuanto más joven es la persona expuesta a la radiación, mayor es el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. En los próximos años, se espera que esta cifra aumente entre 18.000 y 66.000 casos sólo en Bielorrusia.
Asimismo, pronostica entre 30.000 y 60.000 muertes por cáncer como consecuencia de la radiación de Chernóbil, una cifra entre 7 y 15 veces superior a la que difundió el estudio de la AIEA y de la OMS. La mayoría de los tipos de cáncer tienen un largo periodo de latencia y están comenzando a aparecer 20 años después del accidente.
Los Verdes exigieron que se tengan en cuenta estos datos en el debate actual sobre la energía nuclear, que muchos países están considerando como alternativa en un contexto de elevados precios del petróleo, crisis políticas en los principales países productores y cortes de suministro como el que se produjo a principios de año por el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania.
Los eurodiputados verdes, entre ellos el español David Hammerstein, presentaron a la Comisión Europea una batería de 13 preguntas para que realice un balance "exhaustivo y realista" de las consecuencias de la catástrofe. "La Comisión debe distanciarse de las manipulaciones y de las cifras políticas de la AIEA y debe realizar una investigación independiente sobre las consecuencias de Chernóbil. 20 años después no es demasiado tarde para hacerlo", dijo la parlamentaria Rebecca Harms.
FUENTE: EUROPA PRESS
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