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LOS VERDES DE COLLADO VILLALBA "EQUO COLLADO VILLALBA"

COHN BENDIT, DAVID HAMMERSTEIN Y CARLOS CARNERO PIDIERON EL SI, EN EL CIRCULO DE BELLAS ARTES DE MADRID

COHN BENDIT, DAVID HAMMERSTEIN Y CARLOS CARNERO PIDIERON EL SI,  EN EL CIRCULO DE BELLAS ARTES DE MADRID Les acompañaron Francisca Tarazaga, de la Asociación De Mujeres por Europa y Enrique del Olmo, de la plataforma “No nos resignamos”

David Hammerstein, que presentó el acto, insistió en la actitud que Los Verdes están adoptando en esta campaña española, que no es otra que la adoptada por los Verdes europeos y que combina radicalidad con pragmatismo: “No estamos satisfechos con algunos aspectos de este Tratado y empezaremos a trabajar para mejorarlo desde el mismo momento en que esté aprobado. Hay muchos aspectos que deberemos desarrollar, aspectos sociales, ecológicos, fiscales… Es un sueño de la razón en el que vamos a estar comprometidos los Verdes españoles”

Destacó que se abren perspectivas reales para el “sueño europeo”, un sueño en el que van a participar más de 400 millones de ciudadanos de 25 países europeos, el surgimiento de una nueva voluntad política que pueda intervenir eficazmente en conflictos como el de Oriente Medio. Antes de dar paso a los invitados, se refirió a la “agenda oculta” del PP, que pidiendo el “sí” con la boca pequeña, sólo piensa en deteriorar al Gobierno: “Aznar sigue estando en el sí a Niza y se alegraría tanto como Bush con el triunfo del no”, afirmó Hammerstein.

Enrique del Olmo, de “No nos resignamos”, se refirió a que este proceso no tiene parangón en la historia del constitucionalismo mundial: “Estamos hablando de la aparición de una identidad moral europea, un avance trascendente hacia una auténtica Europa de los ciudadanos y que para la izquierda española es una batalla fundamental”. Esta Europa de ciudadanos, afirmó, poco tiene que ver con las apelaciones localistas al “pueblo”, un término que calificó de “genérico y esencialista”. Tachó de infundadas ciertas descalificaciones del portavoz de Izquierda Unida ya que, afirmó, el proceso para llegar a este Tratado “ha sido más abierto y participativo que el que dio lugar a la Constitución Española de 1978”
En ese aspecto coincidió Francisca Tarazaga, quien destacó que la Convención se ha desarrollado en diálogo continuo con las asociaciones ciudadanas europeas, en cuyo nombre –dentro de la comisión femenina del movimiento europeo- ella misma ha participado: “Con este Tratado –afirmó- no hemos llegado al final de la historia y tendremos que hablar más de la ciudadanía y menos del mercado, pero aquí surge una Europa posible y creo que con los mismos actores y con los mismos gobiernos no sería posible otra Constitución”

Se refirió a que, sin duda alguna, esta futura Constitución Europea cubre los requisitos de una auténtica democracia participativa: “Yo siempre he estado en los pasillos de la sociedad civil y estoy convencida de que a través de nuestras asociaciones, de nuestras organizaciones ciudadanas, podremos estar en diálogo permanente con las nuevas instituciones europeas”

Carlos Carnero, eurodiputado del PSOE, se refirió con contundencia a las “falsedades” que está difundiendo cierta izquierda, equiparables a las opiniones de líderes de opinión de la ultraderecha como Jiménez Losantos, que califica de “patraña” el proyecto de Constitución Europea: “Ni todos –socialistas, Verdes, CC.OO, UGT, movimientos ciudadanos, ongs…- estamos equivocados, ni nos hemos vendido a la Europa del capital y la guerra. En esta Constitución no se retrocede en ningún aspecto, aunque sea el resultado lógico de la correlación de fuerzas políticas en Europa y hay que decir que no existe alternativa, que cualquier otra alternativa sería un retroceso, como lo sería el Tratado de Niza que defendió Aznar, que no respondía a los retos de la unidad europea”
Al finalizar su intervención, citó al antiguo dirigente comunista español Santiago Carrillo, quién respondió así a alguien que criticaba agriamente la Constitución española de 1978: “Esta Constitución tiene sus defectos, pero algún día tendremos que defenderla”

Daniel Cohn-Bendit insistió en los argumentos a favor del “sí” que había esgrimido por la mañana en el Forum de la Nueva Economía. Entre otros, que resulta extraordinariamente novedoso que este proceso surga sin que ningún estado-nación pretenda monopolizar el nuevo proyecto, contrariamente a la reciente historia de Europa, plagada de catástrofes y crímenes cometidos en nombre de proyectos nacionales hegemónicos.

Recordó que a muchos europeos les resultaba no hace mucho inimaginable que no hubiera tropas entre las fronteras de Francia y Alemania, entre las de Alemania y Polonia, o que en las orillas del río Oder no hubiera tropas comunistas a un lado y anticomunistas al otro: “Al sueño del Rhin y al sueño del Oder habrá que añadir ahora el sueño del Bósforo, y la Constitución Europea será un instrumento para que Turquía acepte los valores básicos europeos si quiere ingresar en la Unión. Será también el primer ensayo de integración con un país islamista”

Lo mismo ha ocurrido con la incorporación al proyecto europeo de países como Polonia, Chequia o Hungría: “Es legítimo defender la lengua, la autonomía y las particularidades –afirmó- pero la idea de pueblo me parece hoy peligrosísima. Hoy no se trata de dividir, de subdividir y de separar. Hoy debemos superar la noción de pueblo y de estado-nación para abrirnos a sociedades cosmopolitas y abiertas, formadas por ciudadanos activos”

Se refirió a que Europa es cada vez más una suma de sociedades abiertas, sujeta a fenómenos de emigración e inmigración de gran complejidad: “Las fronteras son puertas que se abren y se cierran y, cuando se cierran, la gente entra por la ventana. Europa debe organizar el flujo inmigratorio, que nos es muy necesario, y apostar por políticas de desarrollo en los países de origen que equiparen los niveles de vida”

Cohn-Bendit dijo que la Constitución Europea, siendo razonable, debe ser mejorada en cuanto se ponga en marcha. Afirmó que Los Verdes serán los primeros en aprovechar las posibilidades de reforma mediante la iniciativa legislativa popular posible a partir de un millón de firmas: “Además, promoveremos una gran campaña con sindicatos y movimientos sociales para definir mejor una Europa social mediante una primera enmienda a la Constitución”

Afirmó tajantemente que es falso que votar “no” sea una actitud de izquierdas: “Somos ciudadanos unidos en un proyecto que no es de izquierdas ni de derechas. Quienes están por el no también estuvieron contra Maastrich, son los que han estado siempre contra la construcción europea, digan lo que digan “.

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